DISTORSIONES SENSORIALES
En qué punto me encuentro, estando contigo, pensando en los sueños que un día forje, cumpliendo momentos como un aleteo que tiene que ser y deseando encuentros con otros destinos que nunca pensé, estas en mi camino como pan y vino que deseo compartir con él, con ese fantasma de ingrato pasado benévolo y santo, egoísta y malvado, _Dios mío no sé; te amo porque te lloro cuando rememoro lo que viví a tu lado con alegre encanto, desdén y granel de nuevas esperanzas y fe. Mas no puedo romper el lazo fatídico que me ata con un nudo en el alma, con oraciones y llanto quiero soltarlo pues la culpa es mayor que el amor que puedo tener fuera de su ser. Quisiera no hubieran existido los motivos que me hicieron separarme, alejarme como tropa que huye de emboscada y termina sitiada, traicionada por sus emociones trastocadas y ese pánico de ser nada con él y sin él.
Siento, si, si, si, siento, mas por mí que por nadie y no es fácil de entender.
Lo que más me inquieta es esta dualidad en mi mente, alma, en cada átomo que me conforma y esta necedad de hablar del “Ser” más que de nada, sintiéndolo casi como objeto de placer. ¿Será? Pienso que no sé lo que digo más se que lo sé porque mas allá de saberlo lo siento en mi piel.
Porque me diste motivos, porque no los olvide, porque queriendo el olvido aun vivo contigo si ya te deje.
Dios eres lo mas real de mi existencia.
Luz Elena Sepúlveda
