LA MIRADA
Por que no me dejan tus ojos, me persigue su tristeza, me recuerda aquel amor agonizante que se nos fue de las manos como diciendo adiós en una caravana de fantasía, diles que me dejen, que ya regresen los otros, los que con su fuerza me mostraban el sendero, con su seguridad me impedían dudar de que algo estuviera mal, no es falso lo que siento, te quiero y mis dos grandes amores con seguridad puedo decir que Dios permitió fueran nuestros.
Anda ya no juegues a la mirada de lamento, me traiciona la culpa y me impide hacer lo que quiero, ya no me ates a tu mirada atormentada, déjame ir no solo en mi cuerpo.
Anda ya no juegues a la mirada de lamento, me traiciona la culpa y me impide hacer lo que quiero, ya no me ates a tu mirada atormentada, déjame ir no solo en mi cuerpo.
Luz Elena Sepúlveda
No hay comentarios:
Publicar un comentario